sábado, 26 de agosto de 2017

Reyes Black (6)

Reyes Blac(6)
...Ultimo día juntos como familia...
[Es parte de la historia]

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(Reproduzcan: Hamilton - That Would Be Enough (Instrumental)

EL tiempo pasó, después de aquel día donde Leight reclamó su derecho a casarse con quien le pareciera, se hizo escuchar aquella ley masivamente, alentando a otros reinos a intentar aquella libertad de escoger a su acompañante de vida y a la vez, logro más tolerancia ante la implementación de ciudadanos comunes a la corona, un caso en particular se dio a el reino de Celestia, ya que después de varias afirmaciones de la princesa Alicia de no tener algún interés romántico con el soldado Magnus Acorn poco después se anunció su boda, aplicando el método que hizo Leight para casarse con Charlotte, ya que después de todo, sólo hacía falta ser naciente del reino y casualmente, Magnus lo era (Aunque así no lo fuera, era claro que Alicia haría lo que sea para estar cerca de ese soldado tan caballeroso y dulce que jamás admite públicamente querer.)

En cuanto a Leight y Charlotte bueno... Su boda no fue la gran cosa, no tuvo trompetas ni fuegos artificiales ni bailes exagerados o un banquete enorme, no fueron muchas personas más que la familia de Charlotte y un poco de la familia de Leight (Max y Aleena tenían que estar presentes, como no), la entrada al público que sólo quería ver como la pareja del momento, en la cual estaba incluida una de las plebeyas de la clase más baja, llevaban a cabo su casamiento, fueron vigilados por los guardias reales durante toda la ceremonia y se le tenía completa negación a su entrada. Leight se había hecho cargo de casi todos los preparativos para no que no fuese algo exagerado, no quería que se hostigara a Charlotte con todas las cosas que podía ofrecer la casa real para que esta fuese una boda espectacular y de farándula, él sabía lo mucho que a ella le gustaban las cosas sencillas y le pidió a todo el mundo que así lo fuese.

El final se desarrolló entre Scarlett atrapando el ramo, un baile tranquilo y romántico donde se susurraron promesas entre besos, comida hogareña (cortesía de la familia Rose) y una pelea con el pastel de boda en donde el cocinero real lloró por su obra de arte destrozada, los enamorados riéndose fuerte y Leight pensando que jamás en su vida se había imaginado de esa manera; completamente cubierto de esa crema blanca típica de los pasteles de boda sobre su pecho y mentón, admirando con una sonrisa a la eriza con rosas de azúcar adheridas a su vestido por el glaseado que lo acompañaría por el resto de su vida como su confidente, mejor amiga y amante.

* * *
*(7 años más tarde)*

Era de mañana, el sol iluminaba las ventanas de toda la casa, la brisa que recorría era fresca daba un toque de vida, una simple mañana en la casa de los reyes Black Rose en Mobius...

¿En Mobius? Pues sí, debido a la fuerte amistad que existía entre el reino Mobius y Athenas, no era de sorprender que cada rey tuviera una casa para vacacionar en el reino del otro; así que sí, la familia Black se encontraba en vacaciones en el reino de sus grandes amigos Maximus y Aleena.

Un cielo despejado, un ambiente tranquilo en la ciudad, un pleno día cualquiera. Todos los ciudadanos estaban en calma, se encontraban a mitad de vacaciones que tanto se esperaban los jóvenes y los más trabajadores, cubiertos por un ambiente tranquilo y pacífico, muchos ciudadanos paseaban por la plaza, algunos iban a la playa y otros de compras, típicas cosas que se hacen en días libres... sin embargo, no esperaban la visita de alguien que no vivía en el reino y mucho menos venía del mismo plano.

Un portal se abre en uno de los callejones de dicha plaza, que, a pesar de provocar mucho ruido, nadie notó ni tomo como algo importante el hecho de que luego de unos segundos de estar abierto, un ser saliera de este y arremetiera contrae suelo, impactando con todos los cubos de basura. Pasado unos segundos, el portal se desvaneció; el ser permanecía en el suelo, a juzgar por todas sus heridas era incapaz de levantarse por sí mismo, por lo que después de respirar agitadamente unos segundos, acabo desmayándose, quedando en el suelo.

¿Por qué ese ser tan extraño llegó ahí? ¿Por qué ese portal se abrió de repente? ¿De dónde viene aquel sujeto? ¿Quién es él?

Se trataba de Mephiles; un ser mítico, creado a base de un experimento del reino Solaris, dividido posteriormente en lo que sería él e Iblis, para así, ser  sellado dentro del Cetro de la Oscuridad por Shadow, pero fue liberado diez años más tarde durante una batalla entre Shadow, Rouge y el Dr. Eggman.

Después de su liberación, Mephiles organizó un plan para liberar a Iblis de la Princesa Elise y volver a unirse con él, lo cual sucedió cuando él mató a Sonic. Él entonces volvió a surgir con Iblis, rehacer a Solaris, pero fue derrotado por Sonic, Shadow y Silver, y posteriormente borrado de la existencia.

O eso se creía... durante la lucha de este contra los erizos, Solaris se dividió en Mephiles e Iblis, y tras ello, sólo el ser mítico de fuego logró ser absorbido a tiempo por Blaze, mientras que Mephiles, cayó en uno de los portales del tiempo que se encontraban abiertos en aquel lugar donde sucedió la lucha... ahora se encontraba en Mobius, diez años antes de aquella batalla.

Pasaron las horas, ya después al reponerse y tratar sus heridas con su tardada recuperación y regeneración, tomó algunas prendas que encontró en la basura y se cubrió tomo su cuerpo para no ser descubierto en lo que averiguaba en qué tiempo se encontraba...


Sus heridas fueron tratadas, pero la poca energía lo mataba poco a poco, haber caminado por tantas horas lo tenía agotado, así que no lo pensó dos veces cuando vio a lo lejos un pequeño puesto de revistas con algunos asientos donde podría descansar.


Ya es muy tarde y no sé ni siquiera que año es, o donde estoy... y dudo mucho que pueda preguntar algo así, sólo levantaría sospechas, no quisiera que ese erizo me descubriera en el estado en el que me encuentro...

Pensar en Sonic sólo pudo enojarlo más, la furia lo comenzaba a dominar y sin darse cuenta, llamaba la atención de muchos que pasaban cerca de él, e incluso chocaba con algunos haciendo que varios le gritaran y exigieran tener más cuidado. Caminaba inmutable, no prestaba atención a aquellos parloteos y regaños de todos los Mobians que pasaban, lo único que hacía era balbucear el nombre del erizo con ira mientras que lo insultaba.

Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, la pareja de reyes Leight y Charlotte, se preparaba para el viaje de su casa vacacional en Station Square al castillo de Max y Aleena, subiendo todas las maletas al auto y demás implementos que necesitarían en sus últimos días en el reino en el castillo de su amigo para terminar de concluir las decisiones que se tomarían para ambos reinos.

[Casa vacacional en Statios Square, casa que a María y Amelia les pertenece cuando cumplen los 15 y 17 años al mudarse a Mobius]

—Agradezco que nos hayas acompañado en todo este viaje, aunque espero que no te parezcamos una molestia —dijo la reina con una sonrisa, dando a entender la sinceridad de sus agradecimientos.

—No se preocupe, su majestad, después de todo ese es mi trabajo, y ahora más desde que Magnus se retiró oficialmente de guardia real.


—Si, por eso me incomoda que estés al tanto de todo...


—No se debe incomodar, mi deber es cuidar de usted y de su familia, además ser consejero real y al mismo tiempo jefe de la armada del reino... pero todo bien, sin presión —agregó bromeando con Charlotte.

—Charlotte... —la llamó su esposo, algo preocupado, caminando un poco nervioso viendo en varias direcciones antes de dirigirle la mirada—. ¿Sabes dónde está Amelia?

Charlotte se preocupa e imagina lo peor en sólo unos segundos.

—E-Espera... ¿Qué quieres decir con que dónde está? ¿No estaba contigo? ¡No me digas que la...!

En eso, Leight le guiña el ojo, indicándole que estaba jugando con ella.


—¿No sabes dónde está? La perdí de vista cuando lleve a María al auto



—Ehh... No...


—...No la he visto. —dijo ligeramente confundida.

—Yo sí, está allá, detrás del auto —señalo una niña que salía de la ventana del auto.

—¡María! —exclamó molesta Amelia al salir de su escondite—. Estaba a punto de ganar... —murmuró molesta.

María y Amelia Black Rose, hijas de los reyes Leight Black y Charlotte Rose; la mayor, con sólo 7 años de edad, dio paso al inicio de una familia siete años atrás y la otra con apenas 5 años de edad, sólo hizo aún más feliz a la actual y primeriza familia, siendo esta hija además, la más enojona y normalmente malhumorada.

—Ya no le hagas caso a María, ella sólo está molesta porque perdió hace un momento —explicó Leight a Amelia.

—¡Eso no es cierto!

—Por favor no me digan que van a discutir en todo el viaje de camino al castillo por eso —dijo Charlotte, encarando a ambas niñas, casi como si las estuviese ordenando.

Las niñas no dijeron nada, dando por seguro que en el transcurso del viaje no sucedería ninguna discusión.

—No sé cómo haces eso... a veces cuando intento ordenarles ellas sólo se ríen —agregó Leight segundos después.

—Como quisiera ser así de valiente —dijo Canon, llamando la atención de ambos reyes que lo miraban con rareza— ¿Qué? Usted es de las personas más intimidantes que he conocido, por no decir la más intimidante.

—Nunca me han gustado los halagos —agregó Leight en un tono serio.

—No era un halago, señor... —dijo temeroso.

Una vez estuvieron todos dentro del vehículo iniciaron un viaje que no duró más de una hora hasta terminar en el castillo. Las niñas miraban asombradas desde sus asientos traseros, abriendo sus ojos con emoción cuando pasan al lado del gran paisaje que rodeaba la construcción real.

—Lo recordaba más grande... —dijo Leight saliendo del auto.

—¡Shh! No seas irrespetuoso —le susurró Charlotte.

—¡Ahí estaban los reyes que quería ver! —gritó un hombre, quien corría hacia el auto para ver a su gran amigo Leight, hacía meses que no habían podido reunirse y por tonto que sonase estaba realmente feliz de verlo de nuevo.

—¡Charlotte! —gritó una mujer de espinas purpuras, abalanzándose a su gran amiga rubia quien la recibió con sus brazos abiertos.

—Antes que nada, antes que cualquier cosa, necesito ver... —dijo emocionado, al acercarse a las niñas que acababan de bajar del vehículo—… a estas lindas princesas, díganme niñas, ¿papá es igual de malhumorado en casa que como lo es normalmente?

—Papá me dijo que si veía a un hombre verde con corona, lo golpeara en el pie —dijo seriamente, para ponerse en posición y rápidamente se detenida por Charlotte quien reaccionó muy rápido y apartó a la pequeña eriza.

—Jejeje... Leight siempre tan gracioso con sus bromas —dijo entre risas forzadas mientras cargaba a su hija.

—Papá no es gracioso —aclaró María.

—Ni hace bromas —completó Amelia.

—¿Y qué hay del juego a las escondidas que hicieron los tres hace rato? —preguntó Charlotte extrañada.

—Ganamos una apuesta. —dijo la más alta, finalizando con una sonrisa victoriosa dirigida a su padre.

Entre risas de los adultos y un Max diciendo que su mejor amigo no cambiaba nunca, todos caminaron tranquilamente hacia el castillo. María tomaba la mano de Leight y miraba las rosas que había en el jardín delantero y Amelia miraba el castillo y se imaginaba como sería si fuese de caramelo.

—Los niños estaban emocionados de verlos y conocerlos, sobre todo Sonia  —dijo Max emocionado, estaban al frente de la entrada del castillo.

—Preparamos todo para cenar con ustedes esta noche, ordenamos un delicioso bufet que incluye mucha pero mucha carne, justo como le gusta a Leight, y claro, un poco de comidas típicas de tu pueblo natal, Charlotte —mencionó Aleena, emocionando a la pareja que se vio ansiosa por comer, o bueno, la media sonrisa del erizo era toda la emoción que podía mostrar porque después de todo, era Leight.

Todos ocuparon la misma mesa, lo niños se encontraban en el lado derecho y los adultos en el izquierdo para no incomodar a los menores ni obligarlos a escuchar charlas reales aburridas e historias con contenido adulto. Manic soltaba uno que otro chiste y su hermana parloteaba sobre las cosas divertidas que podrían hacer todos juntos, trabándose en ocasiones porque olvidaba las palabras, típico de niños pequeños. María y Manic parecían entenderse bastante bien, después de todo tenían la misma edad y Amelia solo miraba como Sonia jugaba con su comida, aburrida y sin nadie con quien compartir como lo hacía su hermana.

—Aleena, ¿no falta otro de tus hijos aquí? —preguntó algo preocupada Charlotte cuando al ver al grupo de infantes, sólo contó a dos de tres. Leight seguía concentrado en su carne.

—Oh, bueno, él no es… —frunció sus labios, buscando qué palabras usar para describir a su hijo—… muy fan de los lugares con mucha gente, socializar no es lo suyo.

—Ya veo…

—Ah, ese niño es tan extraño, a veces se escapa porque no quiere bañarse y atraparlo es realmente difícil, ¡tampoco habla! ¡Nada de nada! —exclamó Max.

—¿Y qué edad tiene el mocoso ahora? —preguntó un poco interesado el erizo después de acabar con su comida, esperando que le sirvieran otra porción.

—Cinco, igual que Amelia, pero no abre la boca más que para comer —dijo frustrado el erizo verde mientras metía un poco de puré de papas a su boca.

En ese instante los sirvientes reales trajeron a la mesa de los infantes una bandeja de Chilli Dogs, María sonrió por la comida chatarra y Amelia igual, sin embargo, ninguno pudo agarrar nada ya que una estela de luz azul rodeó la bandeja dejando a las hermanas Black Rose con una mueca de sorpresa. Justo cuando la luz desapareció, todos los Chilli Dogs habían desaparecido con ella y Manic se levantó molesto.

—¡Mamá mira lo que hizo Sonic! —Aleena vio la bandeja vacía y suspiró. La familia que estaba de visita miró con asombro aquello—. ¡No es justo!

—Lo siento cariño, ya pediré que traigan más —se levantó para ir directo a la cocina.

—¿Cómo…? —Leight miró a su amigo y este levantó una ceja.

—Mi hijo no es normal, ya lo dije; por alguna razón es capaz de correr a una velocidad exagerada y se vuelve un gran problema cuando está haciendo un berrinche, a veces no intentamos molestarlo para que no se vaya a ningún sitio. Aunque Aleena siempre lo regaña por eso no nos hace caso, es un completo rebelde.   

—Sólo le hace falta unos cuantos días en el ejército y creo que se le quitará todo eso —Charlotte miró molesta a su esposo por decir algo como eso y Leight le sonrió—. Aunque que yo recuerde ninguno de tus hijos portaba alguna habilidad en especial, imagino que esto es algo reciente...

—Bueno... él realmente desarrolló esa “habilidad” poco después de descubrirla al cumplir los cuatro años... por eso antes no lo notaste, además, en sus visitas generalmente los niños no son de presentarse y saludar mucho, él más que nadie...

Es extraño, teniendo en cuanta que tú no tienes nada de especial en ningún sentido de la palabra. Se nota que tiene más de Aleena que de ti ese niño—agregó mientras cortaba otro pedazo de carne.

—No era necesario el comentario denigrante pero tienes razón, supongo que fue cuestión de suerte.

—Es interesante —comentó Charlotte.

María no logró escuchar bien y miró a Manic.

—¿Esa cosa azul era tu hermano?

—Sí, es un tonto —bufó.

Las hermanas Black Rose se miraron y se encogieron de hombros, no habían entendido nada.

La cena transcurrió tranquila luego de eso, todos quedaron satisfechos con los alimentos y con el estómago lleno, se fueron directo a sus camas entre conversaciones cansadas y niños algo revoltosos, cayendo dormidos en pocos minutos, una noche tranquila, incluso pare el constante vigilante y protector de la familia, Canon.

A la mañana siguiente a medio día, cuando el sol estaba en su máximo esplendor, ambos reyes se encontraban caminando tranquilamente por los jardines del castillo, hablando sobre planes a futuro para unir a ambos reinos.

—Creo que después de que María y Manic se casen, sería conveniente colocar a Manic como el próximo jefe de la armada de Mobius, aún si todavía no presenta mucho interés me parece una buena idea, esperaba cumplir eso contigo pero... no creo que Amelia o María tengan rama para este tipo de cosas, además que aún no parecen portar el arma familiar y... Charlotte dudo mucho que lo apruebe.

—Si... Aunque todavía tengo la esperanza que den a relucir sus habilidades, estoy seguro que se convertirán en excelentes reinas, pero... lo único que espero, es que María y Manic logren llevarse bien, a veces siento que me convierto en mi padre al unirlos sin su consentimiento.

—Tranquilo, si se llevan bien desde ahora se le hará costumbre verse y pasar tiempo juntos, es mejor que decirles a pocos meses de la boda como nos pasó a nosotros.


—Sí...

—No te preocupes Leight.

—No me preocupo por ambos en especial, lo que más me retumba en la cabeza es Manic, ojalá y sea un hombre educado cuando crezca, no quisiera que María viva con un tonto... justo como Aleena y tú.

—¡Mi hijo no es un tonto! —exclamó algo ofendido.

—Aún.

En eso, María, Amelia corren tras Leight, ocultándose tras él para protegerse de Manic y la rana que llevaba en sus manos.

—Hey, hey, no estén corriendo, pueden tropezar... ¿Qué pasa? —preocupado, se agacha a la altura de las niñas y estas sólo se limitan a señalar a Manic que se acercaba al correr.

—Sólo es una rana —sonrió el pequeño.

—Manic, a las niñas no les gusta eso... —le susurró Max a Manic en un tono casi de regaño.


—Pero si sólo es una rana, miren —dijo alzando a animal hacia ambas.


—Oye enano... 



—¿Qué parte de “a las niñas no les gusta eso”, no entendiste? —preguntó al tiempo que empuñaba sus manos y mostraba sus dientes.


—A-Ahh...

—¡B-Bien! Creo que Sonic ya debió haber despertado, Manic ¿por qué no lo buscas? Seguro y te esté buscando

—Pero… no es divertido jugar con él, siempre me gana en las carreras...

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—además, es muy molesto, casi nunca quiere jugar —aclaró, al dar una media vuelta y encontrarse con su hermano quien no se veía par nada alegre—. Oh...


—¡Hola! —dijo en un tono ligeramente nervioso, sabía perfectamente que Sonic no era de buen temperamento en algunas ocasiones. —A-Am... hermanito, ¿no quieres jugar? Podemos jugar futbol ¿no quieres?

Sonic no respondió, sólo mantuvo su fría mirada sobre su hermano mayor.

—¿N-No? ¿y qué tal...? —Sacando la rana de sus espaldas— ¡Capturar ranas! Es divertido, sobre todo que podrás atraparlas más fácil, eres muy rápido.

Mantuvo el silencio de nuevo, pero esta vez dando una expresión de disgusto, realmente no le gustaba atrapar ese tipo de animales, más bien, no le gustaba atrapar ningún animal.


—Ya me preguntaba dónde estabas... —dijo Leight al dirigirse hacia Sonic—. Oye enano azul, no me has saludado desde que llegue, ¿Qué quieres? ¿Una invitación?






Sonic no pareció ofenderle ese comentario, más bien, se rio, al parecer no le molestaba que le hablaran duramente, digamos que ya estaba un poco acostumbrado, además dejo una buena primera impresión en el erizo mayor, al igual que una ligera risa, para así, este dirigirse a Max diciéndole:


—Al menos uno te salió decente—voltea a ver a Sonic—. Cada vez me impresionas más, actúas como alguien muy maduro... Eres idéntico a Aleena —finalizó, al levantarse.







—Cambiando de tema... ¿Cómo es la seguridad del castillo ahora? Quiero que estos últimos días aquí sean tranquilos para mi familia.

—Es igual que siempre, Leight; hay guardias monitoreando cada parte del castillo, día y noche, las 24hrs, deja de preocuparte tanto por eso, siempre has tenido esa psicosis desde el incidente de tu consejero real.

—Sí, pero estos últimos días Charlotte ha experimentado visiones muy preocupantes, lleva dos meses en ello... y ya ha hablado con su padre y ambos creen que signifique algo importante.

—Me sorprende que lo diga él que no creía en nada de eso —dijo al sonreír.

—Quisiera que te tomaras esto en serio, no quisiera someter a mis hijas o a Charlotte en algo peligroso que pude impedir.

—¡Amigo, tranquilo! Canon, tu mejor soldado, está al pendiente de tu familia en una constante vigilancia, mis guardias son los más capacitados y ahora más con dos reyes en un mismo castillo... mañana vamos a hacer una parrillada aquí en el parque del reino, los niños se divertirán en la piscina, nosotros la pasaremos bien y todo va a salir bien; deja esa psicosis y trata de despreocuparte un poco —aclaró, dándole una sonrisa tranquilizadora a Leight que lo hizo bajar un poco la guardia.

—Oye Amelia, deberíamos saludar, ¿no crees? —sugirió María, en un tono bajo.

—Seguro y es igual de malo que Manic, sólo mírale la cara.

—Mamá dijo que debíamos llevarnos bien, quizás con Manic no esté funcionando después de lo de la rana pero... tal vez Sonic sea diferente.

—No lo sé... no quiero otra rana cerca de mí.

—A papá le agrada, debe ser por algo ¿no crees?

—Hm...

—¡Vamos! —tomó una de sus manos y la aló hacia Sonic— ¡Hola!

Sonic sólo se limitó a responder al saludar con su mano de una manera no muy animada.

—Am... Mi nombre es María, y ella —señalo a Amelia—. Es mi hermana Amelia... nos da gusto conocerte  —agregó alegremente.

En respuesta, Sonic remiró los ojos y se dio media vuelta para correr e irse a otra parte, pero, la velocidad en la que se fue dejo sorprendida a María, quien se encontraba boquiabierta por lo visto.

—Tonto—soltó Amelia cuando vio lejos al erizo.

—No es muy conversador... ni tampoco el más amigable —agregó Manic, quien ya había soltado a la rana.

—Eso fue... d-demasiado rápido.

—ah, sí; Sonic tiene esa habilidad... Mamá tiene una familia bastante poderosa.

—¡Mis padres también! Mi mamá sabe de magia y predicción y papá tiene un arma que él puede invocar cuando quiera —emocionada, trató de sorprender a Manic.

—Sí, ya lo he visto, no es la primera vez que el tío Leight y la tía Charlotte vienen a visitarnos.

—Oh...

—¿Y ustedes? ¿Tiene alguna habilidad?

—Bueno... papá me está enseñando a invocar mi propia arma y a Amelia le están enseñando la magia y predicción —dijo orgullosa.

—¿Y ya lo saben hacer?

—Ehhh...

—Fracaso, fracaso y más fracaso... papá siempre dice eso —dijo Amelia.

—Todavía nos cuesta un poco pero... ¡vamos bien! —sonrió positiva.

—No hemos podido hacer nada, a veces creo que no tenemos esa facilidad...

—Hm... no se preocupen por eso, no es tan malo no tener habilidades.

—Sí pero... es emocionante ser diferente—dijo María.

* * *

Las horas pasaron, se hizo la noche y después de una cena con deliciosa comida, ya era hora de dormir; por lo que, la familia invitada se dirigió a su habitación donde se encontraban las camas suficientes y el espacio necesario (pedido por Leight) para estar todos juntos, no tanto porque fueran familia y el cariño era tal que era preferible estar todos en un mismo lugar, si no, la psicosis de ambos que cada vez incrementaba.

—Max me afirmó que la seguridad aquí sería suficiente... y me pidió que dejásemos de pensar en ello—dijo el rey Leight.

—Pero sólo piensa, no es normal que tenga esta misma visión justo ahora, y las repeticiones son cada vez más frecuentes en el día... ¿Qué pasa si alguien en el castillo trata de hacerle daño a alguien? ¿Y si los guardias se amotinan contra Max? ¿Y si les hacen algo malo a las niñas?

—Canon y yo estamos aquí, si llegase a pasar algo estaremos listos ante cualquier cosa, sólo quiero convencerme que es una predicción errónea, no tiene sentido hasta para ti, que ya dominas esa habilidad a la perfección, no poder determinar qué sucederá con certeza.

—Igual me preocupa...

—¿Alguna vez te has equivocado?

—Sí, pero eso sólo era mis primeros años de aprendiz, ya no debería equivocarme...

Leight baja la cabeza, se veía que la preocupación lo comía vivo, no sabía si seguir con ese constante pensamiento que lo perseguía desde que Charlotte se lo comentó hace casi dos meses, no quería arriesgarse a no tomarlo en serio y equivocarse, todo para no poner en riesgo a su familia ¿pero hasta cuándo? ¿Cuándo habría que dejar morir ese pensamiento y sentir la tranquilidad que antes podía experimentar?

—Pero si quieres, podemos intentar no pensar en ello mañana, no creo que dañe a nadie despreocuparnos por unos momentos, total... mañana estarán muchos guardias por la fiesta, habrán más invitados y dudo mucho que con esa seguridad algo pase... además, por esta preocupación no estamos logrando disfrutar de nuestras vacaciones.

—¿Estas segura? ¿Quieres arriesgarte así?

—Cualquier cosa te lo haré saber, apenas sienta alguna sensación o alguna nueva visión, no dudaré en decírtelo.

—Bien... tú mandas.

—Jejeje...

—Oh y... por cierto...—se pausó ligeramente nervioso—...quería hablarte de algo más...

—¿Algo más?

—Sí, pero sólo es un pensamiento que tengo, no tiene nada que ver con lo que hablamos

—Oh y... ¿Qué es?

—Sonic, el hijo de Max... es muy diferente a como lo recordaba, empezando por esa habilidad tan rara que desarrolló.

—¿hay algún problema con eso?

—No, no, para nada, sólo que... no lo sé, es sólo una idea que pensé cuando llegamos al castillo y lo vi frente a frente, tal vez sea por ese carácter que a pesar de que parezca muy molesta me termina agradando, talvez porque...—se encoge un poco de hombros—... no tenemos un hijo varón...

—¿A qué viene eso?

Leight suspira pesadamente, incorporándose y apartando su mirada de los ojos de Charlotte, al tiempo que comenzaba a rascarse el mentón tratando de no parecer que el tema lo ponía incómodo, cuando realmente lo hacía.

—A que tenemos sólo dos niñas. Charlotte...

—¿Pero eso a que...?

 —Crees que... ya sabes... podamos intentar...

—No me digas que te refieres a...

—¡Hora del entrenamiento! —saltaba de emoción la pequeña eriza rubia— ¡Estoy lista, papá! ¡Ya verás que esta vez podré invocar el arma familiar!

—¡Y yo perfeccionaré mi técnica de predicción!

Ambos padres se miraron, sólo se limitaron a reír y dejar de lado el tema anterior, además debían aclarar que esa noche no entrenarían, después de todo, eran vacaciones en el castillo de Max, y también que no era momento de pensar en un nuevo hermano para sus hijas.

La noche transcurrió, todo el temor de aquellas predicciones trataron de quedarse en el olvido de ambos reyes, al menos para el día siguiente que festejarían una parrillada, no era momento de preocupación, no debía persistir esa ansiedad, por lo que cambiando de pensar, decidieron dormir y dejar ese tema para otro momento.

* * *
-Al día siguiente-

Eran cerca de las 9:00 am, el día transcurría con tranquilidad, los niños en la piscina, los adultos charlando y bromeando, Leight preparando las hamburguesas, Max haciendo pasarela, todo normal. Parecía que los preocupante pensamientos de la noche anterior no volverían a aparecer de nuevo con tanta calma en ese iluminado día.


—Entonces... ¿unir el reino Celestia con Mobius? —preguntó dudosa la reina ardilla del territorio ya mencionado, no esperaba que aquella invitación a la parrillada terminaría siendo una oportunidad para la unión de reinos.

—Hasta donde tenemos entendido, su primer hijo ya está comprometido, pero pensamos que sería una buena oportunidad que Sonic y Sally se unieran para dar inicio a una gran legión entre Mobius y Celestia, sería una buena oportunidad considerando las relaciones que tenemos con el reino Athenas ahora; además, la lealtad de su esposo hacia mi gran amigo Leight es algo que valoramos mucho mi esposa y yo.

—Efectivamente, Mi príncipe Elías ya está comprometido, aunque no esperaba ser una opción para un reino tan maravilloso como lo es Mobius... ¿Qué opinas tú, cielo?

—Creo que es una buena idea, su hijo Sonic podría ser un gran candidato para nuestra hija Sally... aunque, pienso que deberíamos preguntarles a los pequeños, no quisiera obligarlos a nada sin su consentimiento. —dijo Magnus, el soldado retirado y gran amigo de Leight (Aunque este no lo admita).

—Eso justo pensaba discutirlo, aprovechaba este día para que se conocieran, después de todo, ellos deben tener la última palabra.

—Jejeje, si... —se dirige a Sally—... Linda, ¿Qué opinas? ¿Crees que Sonic te agrade? —preguntó Magnus.


—¿El azul? —preguntó al dirigir la vista hacia el mismo.

—No lo sé, tendrá que decidirlo mi consejero real —finalizó para así, continuar bebiendo su jugo y provocar las risas entre los adultos por su comentario.

—Jejeje... E-Es un poco engreída... —dijo positivamente en un tono nervioso.

—Es sólo una etapa, ya se le pasará —Aclaró Alicia.

* * *

—¿Así que no vas a jugar? —preguntó casi molesto Manic, intentando convencer al otro chico para jugar competencias en la piscina.

—Yo no estoy para esas cosas, mi mamá me mataría si ensucio esta ropa—respondió Elías, el primer hijo de Alicia, hermano mayor de Sally.

—¿Por qué no invitamos a Sonic? Al menos con él podríamos hacer equipos. —agregó Amelia.

—Créeme, él no va aceptar.... —respondió Manic rendido y claramente frustrado.

—Hm...

No creo que sea tan difícil...

—Intentaré convencerlo...
—¿Ah sí? Me avisas cuando lo logres —dijo sarcástico para dirigirse con María a la piscina.

Amelia sólo bufo, se dio media vuelta y se encamino hacia el árbol donde Sonic se encontraba... extrañamente en lo alto de las ramas, parecía que la altura no lo molestaba, pues se veía tranquilo, incluso daba la ilusión de estar dormido.

-Ya en el árbol-


—¡Sonic! ¡Soy yo, Amelia! ¡Oye!, ¿quieres jugar en una competencia en la piscina? ¡Será divertido!


Sonic no respondió con palabras, sólo se limitó a negar con su mano.

—¡Te vas a divertir mucho! ¡No será mucho tiempo! ¡Si quieres luego vuelves a este árbol!

Sonic hizo lo mismo, negó con su mano hacia el ofrecimiento de Amelia, pero esto sólo provoco hacerla enojar, esa manera tan vaga de negar sólo hacía que el enfadamiento de la niña comenzara.

—¡Sólo queremos jugar un rato! ¡No seas malo!


Sonic no respondió al instante, se tomó su tiempo.


Y aquella respuesta tan fea de parte del erizo molestó tanto a Amelia que no dudó dos veces en descargar su ira contra el infante.

 —¡Tonto! —gritó, desesperaba por no recibir la atención que quería del desinteresado erizo.

Nadie alrededor le llamaba la atención los chillones gritos de Amelia, parecía que se perdían entre los gritos de los demás niños, por lo que a esas alturas, nadie se percataba de la clara impotencia de la pequeña niña; claramente Sonic ignoraba los regaños. Pero hubo un  punto en donde Amelia ya no sabía qué hacer, la manera de ser del erizo la enojaba, por lo que empuñando sus manos, decidió dar su último regaño a Sonic.


—¡Puedes bajar! ¡Habla!—¡¿Por qué no quieres...


—...Jugar con nosotros!?

El martillo hizo que el árbol perdiera estabilidad, y tras el impacto, Sonic resbalo y terminó cayendo de cara contra el suelo provocando la completa atención de los adultos y de todo los demás en instantes.

No puede ser...


—L-Leight... 



—¡Leight! ¡Mira! ¡Mira! —lo llamó, por la sorpresa de ver a su hija con cierto objeto en mano.

Amelia bufó al verlo ya en el suelo, desapareciendo su pequeño martillo y sonrió al ver que el erizo había recibido una lección.

—¿Ahora si me vas a escuchar? —preguntó, cruzándose de brazos.

Sonic gruño, tomándose la mejilla que claramente se había lastimado, levantándose del suelo al tiempo que miraba con ira a la niña. Todos notaron lo que pasó, pero tras ver a Sonic con sólo un pequeño golpe, Aleena no reaccionó de mala manera, sólo se alivió que fuese un leve golpe. Además, para aquella caída, Sonic no estaba llorando, así que no se había lastimado mucho.

—Estás loca —dijo Sonic, empuñando sus manos.

Amelia frunció el ceño.

—No quiero jugar contigo, no me gusta nadar y no puedes obligarme —aclaró, para así darse media vuelta e intentar subir de nuevo al árbol.

—¿No sabes nadar?

En eso Sonic se detiene, segundos después, voltea y termina estando parado en frente de Amelia en sólo unos instantes gracias a su súper velocidad, con una cara notablemente furiosa y diciendo por lo bajo:

—No me hagas enojar.

Amelia se sorprendió, la velocidad en la que se acercó la había dejado boquiabierta, pero no perdió la compostura y, en un intento de responder de la misma forma tan amenazante, dijo:


—Y si lo hago... —llevando toda ira en el martillo que rápidamente invocó—. ¿Qué?


—Bien, bien, creo que ya fue suficiente... —dijo Charlotte—. Creo que es hora de que comas algo Amelia, a veces cuando tienes hambre te pones de mal humor...

Leight tomó el martillo de Amelia dejándola desarmada y observa detalladamente el arma con una mirada llena de emoción y orgullo.

—Así que es un martillo... es la primera vez que veo un martillo como este, normalmente tienen un aspecto más... amenazante. Aunque eso no quita lo emocionado que me siento ahora, realmente esperaba que fuese María, imaginaba que con tanta seguridad de sí, un arma podría darse. Ahora veo que fue gracias a tu temperamento, nunca imaginé que tu carácter tuviera que ver, Amelia, con todo y que fueras malhumorada, creí que eso no era crucial para eso, normalmente no es así —dijo en su tono habitual, pero con una leve sonrisa en su rostro—. Pero se más cuidadosa, con una arma como esta puedes hacer muchísimo daño.

Amelia parecía haberse alegrado al escuchar eso, por lo que miro desafiante pero sonriente a Sonic, quien sólo la veía extrañado.

—Sonic, mejor vamos a tratar ese golpe en tu cara, seguro te duele... —ofreció su padre tratando de calmar a su hijo que se veía lastimado y enojado por lo ocurrido.

—No —orgulloso, rechazó lo que su padre dijo, mientras se volvía a dirigir al árbol.

Aleena se acercó a Leight y Charlotte, y apenada por la insolencia de su hijo, decidió disculparse con ambos padres.

—Lamento que sea así, créanme que a veces llega a ser un poco desesperante con su manera de ser... —aclaró Aleena, ligeramente avergonzada por lo ocurrido—, y por ello entiendo el enojo de Amelia, de no ser por la personalidad de Sonic quizás no haya pasado esto.

—Descuida Aleena, no pasa nada... además, considero que Amelia es quien debe disculparse, después de todo fue ella quien inicio la pelea... —dijo Charlotte mientras se dirigía a ella—. La próxima vez se mas paciente, hija. Eso no era razón para armar un escándalo.

—Sí, si... —dijo bajando la mirada, no se veía necesariamente arrepentida, pero si avergonzada de ser regañada en frente de alguien más—. Lo siento, tía Aleena.

—No te preocupes linda.

—Yo no me refería necesariamente disculparte con Ale, es claro que debes ofrecerle una disculpa a Sonic, después de todo, lo lastimaste.

—¡Pero mamá...!

—No me contradigas Amelia, lo harás quieras o no, lo que hiciste no fue correcto y lo sabes... —dijo seria—. Más tarde te le acercaras y te disculparás, eso no estuvo bien.

—No toda la culpa es de ella Charlotte... además —se dirige a Amelia para explicarle el comportamiento de su hijo—. Sonic no es muy animado a nadar, desde siempre ha sido así, en parte porque no es el mejor nadador, sólo no le hagas caso.

—A mí me agrada —dijo Leight.

—A ti te agradan todos los que se parezcan a ti —respondió Charlotte.

 Aleena y Amelia rieron, al parecer el comentario además de sonar gracioso, era completamente cierto.

* * *

Después del incidente, la fiesta continuó, el día parecía continuar bastante bien, a pesar del encuentro no muy agradable de ambos infantes, todo transcurrió con normalidad; los niños jugando, los adultos riendo, los sirvientes trabajando y los guardias cumpliendo con su labor, tranquilidad para todos, ya parecía que el tema de Charlotte con sus visiones se dejaba en el olvido.

Muchas predicciones se vieron, pesadillas logaron quitarle el sueño a Charlotte en varias ocasiones, visiones de seres malignos, una realidad que después de tanto tiempo se temió, estaba a poco tiempo de volverse verdad, aquellos avistamientos y señales no eran simples coincidencias, las repetidas ocasiones de imágenes en la mente de Charlotte no era de extrañar cuando se trataba de un ser tan peligroso como lo era Mephiles, quien, luego de dos días, recupero la suficiente fortaleza para lograr cambiar la historia y derrotar a su más grande rival.

Mephiles estaba cubierto con unas prendas oscuras encontradas en la basura donde había caído, protegiéndose de la vista de cada Mobian que llegase a sospechar de él; caminando alrededor de las murallas del castillo, tocaba las paredes tratando de sentir la energía de Sonic para así saber su ubicación exacta.

Si tan sólo supieras que morirás hoy... No creo que estarías tan despreocupado...

Charlotte estaba con los demás reyes, disfrutando de la tarde junto con todos los demás ignorantes de la situación que se vivía a las afueras del castillo, todas las visiones e imágenes volvían a su mente de repente como una clara señal de que algo andaba mal, ya sabía que era a lo que debía temer, y nunca espero que se tratase de un ser tan inimaginablemente aterrador.

—L-Leight... —su voz se quebraba, fueron tan veloces las visiones que apenas y pudo procesar lo que estaba por ocurrir—. Rápido... —el terror se reflejaba en su mirada por lo que todos alrededor, extrañados, comenzaban a preocuparse al ver a la eriza temblando—… los niños... ¡Sonic!

Todos los padres asustados, por la expresión de Charlotte y la reacción de Leight, corrieron hacia donde se encontraban sus hijos, dudosos y preocupados de no saber que ocurría.

—¡¿Qué es?! ¡¿Dónde está?! —preguntaba angustiado Leight, invocando su espada y preparándose para cualquier ataque

Salieron guardias por todos lados, los niños corrieron con sus padres rápidamente y Sonic no se veía por ninguna parte.

Aunque después de unos desesperantes segundos, Max divisó a Sonic y notó que se encontraba dormido en el árbol, por lo que gritó su nombre para despertarlo mientras corría tras él esperando alejarlo del posible peligro al que se enfrentaría.

Y justo cuando lo toma en brazos, una explosión en la muralla del castillo aturde a todos, dejando una gran nube de humo purpura por todos lados y una gran cantidad de escombros por todo el jardín.

Max termino gravemente herido, su ropa rasgada, tenía heridas profundas por los escombros que impactaron con su espalda, sólo por intentar proteger a Sonic, que milagrosamente, se encontraba aun en brazos de su padre pero completamente ileso, sólo aturdido y preocupado por el estado de su padre, podía ver como la sangre corría aumentando más su temor.

—¡MAX! —gritaba Aleena desesperada, tratando de correr hacia él pero siendo detenida por los guardias quienes intentaban protegerla.

—¡Llévense a los niños y a las reinas! ¡Y busquen ayuda médica para Max de inmediato! —ordenaba Leight, quien corría en dirección a su amigo.

—¿Papá?... —preguntaba Sonic, saliendo de los brazos de este y tratando de que este se levantara—. ¡Papá! ¡Despierta!

—¡Max! ¡MAX! —se acerca hacia ambos y nota la gravedad de sus heridas—, demonios...

—S-Señor Leight... ¿Qué está pasa?

Sonic estaba asustado, no soportaba ver como su padre moría poco a poco y no recibir la respuesta de alguien lo impacientaba; aunque realmente nadie podía decir que sucedía.

—¿Quieres saber qué pasa...? —se escuchó una voz sombría a lo lejos.

Toda la atención recae en la voz que provenía de aquel humo purpura; todo al principio pensaban que se trataba de algún ataque terrorista, pero tras ver aquella silueta que tantas veces Charlotte vio en sus pesadillas y predicciones, sabía que se trataba de algo mucho más peligroso y aterrador.

—No creo que sea buena idea intervenir... créeme que no te conviene para nada... —dijo Mephiles, ya habiéndose disipado el humo, dejo ver su cuerpo entero a la vez que se quitaba las prendas que cubrían su rostro. Todos quedaron horrorizados, ver aquellos ojos de serpiente y notar que aquella criatura no poseía boca, solo los hizo pensar en una sola cosa.

—¿Acaso eres un demonio? —Leight retrocedió, escondiendo a Sonic a sus espaldas.

—Ni cerca... —aclaró con sorna, para rápidamente ejecutar con un movimiento de su brazo a dos de los guardias que pretendías acercarse a la zona.

—¡¿Qué eres entonces?! ¡¿Qué haces aquí?! —gritaba desesperado el erizo rosa al ver como mataban a los soldados y Max que no presentaba señales de vida.

—Te lo advierto, si no te apartas ahora, lo lamentaras...

—¡Responde!

Los guardias no se movían, no querían provocar a la criatura así que, no se arriesgaron a resguardar a las reinas y niños.

—Ese enano que tienes atrás de ti es una plaga que debo exterminar... no te entrometas y no pagarás las consecuencias...

Leight no respondió, no dijo palabra, sólo se puso en posición de batalla como negación a la orden de Mephiles.

—Mph. Me impresiona que trates a estas alturas enfrentarte a mi... hasta aquí puedo sentir tu miedo...

—Cierra la boca, infeliz...

—No me provoques... —ordenó, para así dirigirse hacia Sonic—. En cuanto a ti... ni se te ocurra moverte de donde estás o sino otros lo pagaran... ¿de acuerdo?

—No te tengo miedo... —dijo apretando sus puños.

—¿En serio? Bueno... si no es así, entonces tendré que encargarme de eso... —dijo por lo bajo, en un tono apenas y audible, para después de unos segundos, formar una esfera de energía y lanzarla hacia Sonic, pero milagrosamente Leight reaccionó y re direccionó la trayectoria de la esfera con un golpe de su espada.

Mephiles, cubierto de ira, se comienza a desesperar y al acercarse a Leight, le dice a gritos:

—¡¿Qué te he dicho de interferir?! —atacó con varias esferas de energía que Leight esquivo y evito con el uso de una segunda espada que invocó—, así que planeas defenderte con eso.. ¿Eh?...

—¡Papá! —gritó Amelia, asustada del peligro en el que su padre se encontraba.

Mephiles alzo la vista y abrió más los ojos, casi dando la ilusión de sonreír—… Así que... eres padre...

—N-No... ¡Ni te atrevas! —gritó furioso.

—¿Por qué no le enseñamos a "papá" que pasa cuando NO acata ordenes? ...

En eso, deja ver unos de sus tentáculos, y lo lleva rápidamente en dirección a Amelia, y fue ahí justo cuando Leight reacciona, y corre hacia Mephiles intentando evitar el ataque hacia su hija.


—¡No! —gritó, llevando sus dos espadas hacia Mephiles, quien pudo detenerlas con solo las punta de sus dedos.


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—Creí que usarías más la cabeza... —finalizó, para así llevar ese gran tentáculo directo a Leight.

—¡LEIGHT! —gritaron sus compañeros y aliados.

—¡PAPÁ! —gritaron sus hijas.

—¡LEEEIGHT! —chilló su esposa.


Max logró despertar, y al voltear, reaccionó rápidamente apenas con la poca energía que tenía y tapó los ojos a su hijo para así no dejarlo ver lo que ocurriría.


—¡Nunca vuelvas a entrometerte basura de erizo! —ordenó Mephiles, al impactar su tentáculo contra el abdomen de Leight.

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Apenas algunos pudieron reaccionar para no dejar que sus hijos presenciaran aquello, pero desgraciadamente ese no fue el caso se las hijas Black Rose... su madre se limitó a caer de rodillas y comenzar a gritar desesperada.

Leight cayó, dejando un gran charco de sangre en el suelo, sintiendo como todo ese líquido purpura de aquella extremidad invadía su cuerpo.

—Estas son las consecuencias... ¿Lo entiendes?

—C-Char... C-Charlie... —tosió mientras volteó  a ver a su familia—… A-Amelia... —sus ojos se llenaron de lágrimas—… Mar-ría...

—Te hice una pregunta... —recalcó, llevando ese tentáculo ahora en las piernas, provocando que Leight solo pudiese soltar quejidos, no tenía las energías como para gritar por lo que al retener esos gritos, solo podía apretar sus dientes

Después de unos segundos se ataque y más ataques, Leight acabó, se desangró hasta morir y su cuerpo sólo quedó en el suelo; sus ojos y piel pálidos, su mirada perdida, toda la sangre por todas partes sólo dejó aterradas a Amelia y María, quienes no podían moverse de su sitio por el miedo.

—Supongo que así aprenderás la lección, basura...

Max, aun tapándole los ojos a Sonic; le susurra una y otra vez—. Corre... lárgate de aquí antes de que te atrape...

—N-no... No puedo…

—Hazlo... por favor, lárgate ya... hazlo por mí y tu madre, Sonic. Hazme caso al menos esta vez y vete—dijo en un tono muy bajo y entre quejidos.

—Ni creas que te iras así nada más...

—¡Espera...! —pidió Charlotte.

—¿Estas segura que quieres intervenir tú también? —preguntó egocéntrico Mephiles.

—¡M-Mamá...!

—Vaya... no me digas que eras la pareja de este... —se pausó y en un tono más relajado dijo—... que pequeño es el mundo.

—Ya sé a qué vienes... Mephiles—aclaró entre lágrimas.

Mephiles no le creyó, aunque lo dejó ligeramente impresionado que esa mujer, de la cual jamás había visto, conociera su nombre.

—Créeme... no te conviene para nada hacerle daño a ese pequeño...


—A ver... dame tu explicación... —pidió en un tranquilo, al tiempo que con una de sus extremidades la tomó del cuello rápidamente—.



—Si lo a-asesinas...

—¡Reina Charlotte! —algunos gritaron aterrorizados pensando en un final similar al que tuvo Leight hace unos segundos.

—Si lo asesino... —apretaba más el cuello de la mujer—... ¿Qué?

Charlotte tomaba aquel tentáculo para apenas respirar, hablar le resultaba muy difícil, sobre todo por lo complicado que era para ella ser clara en sus palabras.

—Si lo matas desaparecerás, jamás serás liberado, no me costó nada ver tus memorias para averiguarlo... a-además... T-Técnicamente fue gracias a Sonic que tú estás aquí.

—Eggman, Shadow y Rouge me sacaron de aquel cetro que me tenía prisionero, si tanto sabes de “mis memorias” entonces asumirás que estas totalmente equivocada con eso, es una tontería lo que acabas de decir.

—¡Ese tal Eggman tomó aquel cetro para usar su energía para derrotar a Sonic...! ¡Sin Sonic en el camino, Eggman jamás tendrá rival, jamás tendrá que buscar el cetro, j-jamás serás liberado! ¡ACABO DE VER TU FUTURO! ¡Y apenas lo mates tú serás borrado de la existencia! ¡Esta época no te conviene y lo sabes!

Mephiles soltó a Charlotte, comenzó a comprender poco a poco cada cosa que Charlotte dijo, viéndolo desde los hechos en que ocurrirán más tarde, eso que dijo la eriza era verdad, para ese tiempo no era conveniente intentar asesinar a Sonic, por lo que todo esto que provoco solo fue perder energía y tiempo.

Mephiles no lo soporto, tomo a Charlotte de los hombros y detuvo el tiempo en todo el planeta, gastando en gran medida su energía.

—¡NO ME PROVOQUES! ¡Si se me antoja puedo matarte aquí y ahora!

—¡¿Y por qué no lo haces?! ...—se pausó brevemente, mientras notaba la expresión de Mephiles que demostraba total desconfianza e inseguridad—... Porque tienes temor... de hacer algo mal y terminar fuera de ese mundo ¿No? ya no sabes qué hacer ni a quien eliminar...

—¡ASESINÉ A TU ESPOSO! ¡TERMINÉ CON LA VIDA DE ESA ESCORIA!

—¡Y SERÁ LA ÚLTIMA DESGRACIA QUE PROVOCARÁS EN MI FAMILIA! ...

Mephiles no dijo nada, sólo se quedó en silencio ante esa respuesta.

—Si quieres mátame... pero será lo único que podrás disfrutar ahora que entiendes que todo este plan tuyo fue una tontería, dirigida por tu sed de venganza y falta de sentido común...

Mephiles no soportó la ira, no sabía qué hacer, no toleraba que aquella mujer, quien tenía toda la razón, se burlara así de él

—¡HE TENIDO SUFICIENTE! —dijo, soltando una ola masiva de pérdida de memoria en los reinos cercanos, su energía no era suficiente para que se cubriese todo el planeta, por lo que apenas pudo cubrir parte de la tierra con aquella ola de olvido—. ¡La desgracia le perseguirá a toda tu familia; te asegurarás de que NADIE recuerde nada, sobre todo de que los demás reinos no recuerden a tu miserable marido ¿De acuerdo?

—¿Y qué te hace pensar que te haré caso?

—No tienes opción... es lo último que te queda... —chasqueo sus dedos y Amelia y María caen al suelo.

—¡¿Q-Qué has hecho?!

—Tienes como obligación separarte de esas niñas, después de todo, en menos de unas horas no sabrán quién eres tú...

—¡¿Q-Qué?!

—No me provoques más... así que deshazte de ellas o me haré cargo yo... ¿entendido?

—¡¿Qué ganas con todo esto?! —preguntó entre lágrimas.

—Placer... separarte de lo que más amas es una buena forma de descargar mi ira en ti, mujer. Además... es lo único que te queda ahora que me encargue de tu basura de esposo... ¿No quisieras algo más?

—Vete al infierno...

—Mph... —chasqueó los dedos de nuevo, desapareciendo del lugar, se desvaneciéndose como si nada junto con el cadáver de Leight, no quería darle el gusto a Charlotte de dejarle al menos el cuerpo de su pareja.

Todo el planeta se congeló en el tiempo, el día estaba gris, nada se movía, ella no hizo más que correr hacia sus hijas quienes se encontraban profundamente dormidas.

—Maldición...

“La desgracia le perseguirá a tu familia... a menos que te separes de esas niñas.”

No quería arriesgarme a nada, apenas y pude hacerle creer aquella mentira sobre su existencia...

Todo fue un juego, realmente Mephiles tenía la capacidad de asesinar a Sonic, sólo que con tanta ira y frustración acumulada en el momento, no hizo más que creerle a aquella mujer... grave error, aunque el más grande aberración la experimentaba Charlotte al ser obligada al separarse de lo que quedaba de su familia.

Charlotte tomó a sus hijas y las recostó en una de las sillas del jardín, debía encargarse del desastre antes de que el tiempo fuera restaurado, pero antes de ello, decidió intentar un hechizo sobre Canon, pensó en darle un hechizo de protección hacia sus pensamientos para así ayudarlo a devolverle la memoria, y ser consciente de lo sucedido.

—No podré hacer esto sola...

Se dirigió a Canon y puso el hechizo en acción, hacia un constante revisión en el área para así saber si Mephiles detectaba aquel acto de magia, y milagrosamente funcionó, aquel hechizo de protección logró hacer que Canon recuperara la memoria sin problemas y, para mejor, se descongelo, seguía gritando, todavía no comprendía que Mephiles no estaba y de la situación en la que se encontraba.

—¡N-No...! ¡Señor! —exclamaba agitado, viendo con paranoia toda la zona esperando no ser atacado por Mephiles.

—Hey, hey... tranquilo, Canon...

—¿¡Reina Charlotte?! —la abraza y mientras analizaba toda el área para protegerla del peligro del cual no comprendía que ya no se encontraba—.Tranquilícese, yo la protegeré, me haré cargo de ese...

—Se fue... —dijo al tomarlo de los hombros—… ya no está. Sólo relájate...

—¿¡Y el rey?! ¿Dónde está? ¿D-Dónde...?

—También... Mephiles se lo llevo...

—¡¿Q-Que?! Pero... ¿Por qué?...

—Te explicaré después... ahora quiero me ayudes a arreglar todo este desastre, prepara un auto y lleva a las niñas... —ordenó, para correr hacia Max y rápidamente tratar sus heridas.

Canon acató las ordenes, aún con miles de preguntas en su cabeza, obedeció a las instrucciones de su reina, por lo que, corrió hacia las niñas y las llevo hacia el auto real de la familia.

(Reproduzcan: Naruto Shippuden OST - 7.Utsusemi)

Charlotte trató las heridas de Max con sus hechizos de curación, dejándolo con sólo algunos moretones que apenas y se notaban; restauró la muralla del jardín y se deshizo de la sangre de su esposo. No había más que hacer, el tiempo era esencial poco a poco se agotaba más rápido, tratar todo el desastre con su magia la cansaba.

—Bien... creo que eso es todo por aquí...

—¡Reina Charlotte, ya estamos listos! —gritó Canon, a lo lejos, ya en el auto.

—¡Está bien! —Respondió, para así dirigirse de nuevo hacia Sonic y susurrarle con dulzura—. Adiós, pequeño... crece y vuélvete un mejor rival para Mephiles, ¿de acuerdo? y por favor... trata de despertar y recordar a mi familia... no seas tan cabeza dura, así sólo terminarás poniéndote en peligro... —dijo al abrazarlo—... ojala y logrará que tú también me recordaras pero, eso sólo pondría en peligro a tu familia—sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas—, no será nada fácil, creo que hoy será la despedida...—profundizó el abrazo al tiempo que le hablaba por última vez— por favor, nunca olvides a mi familia, pequeño...—finalizó, para así, después de unos segundos, dejarlo en el césped al lado de su padre y levantarse para irse. 

Charlotte no sentía que se separaba de un pequeño niño (al cual le tenía un gran cariño), sino a todo, sabía que jamás volvería a ver a Sonic o a su familia, jamás volvería a ese lugar donde perdió a su esposo, debía vivir una nueva vida ahora sin su rey y dentro de poco, sin sus hijas... A pesar de sus intentos de proteger al reino de Mephiles, sacrificó a su familia por el bien del mismo, una acción que de la que sabe que lamentará, aún a esas alturas no se desplomaba a llorar, no era tiempo para ello, debía procurar la seguridad de sus hijas antes de cualquier cosa.

—Bien hecho Canon... —le dijo al llegar—. Yo conduciré.

—Si su majestad, pero... quiero que me explique qué sucede, todavía no comprendo...

—Primero iremos al aeropuerto, tomaremos un Jet y volaremos hasta Athenas... no tengo la suficiente energía para transportar a todos, así que recurriremos a eso —aclaró mientras se colocaba el cinturón de seguridad y encendía el auto—. Luego iremos a casa de mi hermana, en Rosalía, dejaremos a las niñas ahí, y después iremos al castillo... ahí te explicaré todo lo que sucede... ahora sólo quiero mantener la compostura que me queda y no hablar ni escucharte...  —dijo seria, dirigiéndose a él para asegurar su orden—. ¿Entendido?

Canon no respondió, sólo asintió y mantuvo el silencio en el auto, dejando conducir a Charlotte quien se veía concentraba pero claramente asustada.

Al llegar al castillo, intentaré envolver a la capital con el hechizo de seguridad que le puse a Canon, así Mephiles no sabrá que les devolví la memoria, reconocerán que la muerte de Leight fue gracias a un ser aterrador sin corazón, seguirán reconociendo que Amelia y María son las princesas de Athenas pero por razones de seguridad no viven si quiera en el castillo...

Lamento que esto haya pasado... debí tomar en serio mis precauciones y decidí relajarme, tomarme todo a la ligera... pude impedir esto y ahora... lo perdí todo...

-flashback-

“—¿Pero eso a que...?

 —Crees que... ya sabes... podamos intentar...

—No me digas que te refieres a...”

-fin de flashback-

Absolutamente todo...

El día se tornó gris... pesado... triste... Charlotte conducía las calles de Mobius para ir en busca de su jet privado en el aeropuerto y lograr volver a su reino, aunque no podía dejar de sentirse como se sentía, ver a todo el reino congelado en el tiempo la perturbaba, no imaginó que tan efectivo y fuerte podía ser el poder de Mephiles, pero no trató de concentrarse en eso, debía mantener su mente en blanco, concentrarse en su única misión y dejar de lado las lágrimas retenidas que nada iban a hacer al salir.

Ya en el aeropuerto, Canon se dejaba sorprender por el entorno, no reconocía que el tiempo fuese detenido, por lo que ver aviones estáticos lo dejaban sin aliento.

—Serás mi copiloto, Canon... no es tan difícil como parece, yo te ordenaré todo lo que tengas que hacer, ¿sí?

—No sabía que usted sabía conducir aviones, su majestad...

Ella no respondió, sólo le mostró una sonrisa sin emoción—. Encárgate de llevar a María, yo subiré a Amelia…

—Sí, su majestad —respondió, al cargar a María y subirla al jet.

Falta un largo camino por recorrer...

—Asegura los propulsores con esos botones, y comienza a calibrar todo el sistema activando eso, eso y eso...—ordenó la reina, señalando cada cosa que el gato debía haces, encargándose de llevar a Amelia a uno de los asientos del avión.

—Sí, su alteza.

—Ajustando curso hacia Athenas...—se sienta a su posición—... sin aviones de por medio y clima estable, dudo que nos lleve muchas horas el vuelo...

Una vez arribaron a Athenas se montaron en un coche y condujeron directo hacia Rosalia, un viaje de al menos hora, Charlotte conducía a toda velocidad y canon le repetía constantemente que se relajara o que sería mejor que él tomara el volante, a  mitad de camino la eriza accedió y el gato condujo todo el camino restante. Aunque, a pocos minutos de llegar, los ojos de las pequeñas se abrieron y lo primero que enfocaron fueron las orejas de Charlotte, ambas se miraron y fruncieron el ceño.

—¿Dónde estamos? —le preguntó Amelia a María y esta negó con la cabeza, dando a entender que no sabía, Charlotte al escuchar a sus hijas hablar se giró pero no dijo nada, simplemente las miró—. ¿Quién es usted? —María abrazó a su hermana y la madre de ambas volvió a mirar hacia el frente, evitando llorar.

—Su majestad... —Canon, quien había escuchado todo, miró de soslayo a la eriza.

—Sigue conduciendo, estamos a punto de llegar —dijo con la voz baja, aguantando el llanto y se giró nuevamente a ver a sus hijas, les sonrió susurró un hechizo para que se quedaran dormidas nuevamente.

Una vez estuvieron frente a la casa de Scarlett, Charlotte bajó con María en brazos y con Canon detrás de ella, abrió la puerta con un movimiento de su mano ya que sabía que su hermana estaría congelada y entró, dejando a sus hijas en el sofá de la sala y subiendo desesperada a buscar a su hermana. Cuando la encontró, la vio sentada en su cama mirando por la ventana, una sonrisa pintaba su rostro y Charlotte se sintió horrible con tan sólo pensar que en cuestión de segundos podría arruinarle toda felicidad, se acercó a ella, la abrazó y susurró algunas palabras, al instante la eriza naranja se sobresaltó y frunció el ceño en duda, luego en preocupación cuando vio los ojos llorosos de la eriza rubia.

—Charlotte, ¿qué haces aquí? —la miró perpleja y Charlotte la tomó de la mano, guiándola escaleras abajo, encontrándose con sus sobrinas sobre el sofá—. ¿Qué…? —miró confundida a su hermana, no se imaginaba lo que estaba sucediendo y se preocupó aún más cuando la eriza rubia tomó sus manos entre las suyas.

—Cuídalas, por favor, no tengo tiempo para darte explicaciones, y seguro no podré dártelas después, pero... sólo necesito que las cuides como si fuesen tus hijas, ellas no me recordarán, no dejes que vayan a la capital, por favor, prométeme que las cuidarás cueste lo que cueste —habló rápido, casi sin aliento por el llanto contenido.

Los ojos de Scarlett se aguaron, sabía que algo malo estaba pasando por lo que no dudó cuando dijo:

—Lo prometo, lo prometo Charlotte.

La eriza mayor se despidió con un fuerte abrazo, dándoles un último beso a sus hijas y sin claro, dejar un último recuerdo como su madre... quitándose los guantes, le indico a su hermana al pasar del tiempo, y alguna preguntara por posesiones de sus progenitores que no dudara en entregarles aquel par.

—No las lleves a la capital, no las lleves fuera del reino... ante cualquier pregunta, nosotros sufrimos un terrible accidente, estoy segura que serán capaces de comprender...

—¿M-Mentirles? ¿P-Pero...? ¿Qué opina Leight de todo esto? ¿A él tampoco lo recuerdan o...?

Charlotte se quedó en silencio, tomando firmemente las manos de su hermana, la miró a los ojos y sólo intentó hacerla comprender con las lágrimas que claramente estaban prontas a salir.

—Estoy segura que no le hubiese gustado... en lo más mínimo.

Scarlett se congeló, comprendía claramente que algo terrible había pasado y que a Leight nunca volvería a ver de nuevo.

Luego, yendo a toda prisa, le dio una última despedida, para así, dirigirse junto con Canon al castillo, pero esta vez dejó que condujera él, ella no podía con todos sus sentidos al tope y con su mundo colapsando simultáneamente. El recorrido había calmado un poco el agitado corazón de la eriza, tenía que tener la mente fría y calculadora, ya podría llorar cuando las cosas estuvieran más estables pero no ahora, tenía que ser fuerte por Canon, por sus hijas, por Leight y por su reino.

—Te explicaré que sucede... —dijo una vez estuvieron dentro del castillo— pero antes, quiero que sepas que todo lo que hecho hasta ahora no han sido con malas intenciones, talvez pienses que soy una mala madre, una mala reina pero... igual sé que entenderás, eres a quien más confío desde ahora y... lo único que tengo.

—Su majestad...

—Así que... eres renombrado a mano derecha real, posees el poder de casi un rey y estoy segura que cumplirás muy bien con ese papel...

—P-Pero ese puesto sólo es ofrecido cuando uno de los reyes ya no...

Charlotte asiente, aclarando con una simple afirmación que, sí, efectivamente, Leight no podía seguir reinando ahora que murió, por lo tanto, no se podía dirigir un reino con sólo uno de los reyes, o al menos Charlotte no creía que pudiera con toda esa responsabilidad ahora que estaba sola.

—Estoy segura que él también te hubiese elegido si el final hubiese sido contrario... así que, aprovecho para agregar que no necesito de un juramento de parte de ti para asegurar tu compromiso y lealtad hacia mí, porque tantos años sirviendo a mi familia sin problemas ya me deja entender que eres el indicado...


—Muchas gracias su alteza... a-aunque igual si usted no lo cree necesario, siento que es mi deber hacerlo, la confianza no justifica mi obligación como soldado, entonces... —lleva su puño a su corazón—. Le juró que la protegeré con mi vida, le juró que seré leal ante cualquier cosa, no dudará jamás de mí y le puedo asegurar que seré el mejor en mi trabajo de ahora en adelante... tanto como lo fui por su familia, ahora por usted, serviré hasta la muerte y llevaré con orgullo el puesto del que ahora pertenezco —finalizó.



Charlotte, conmovida, no hace más que sonreír por tales palabras, a pesar de vivir con las peores emociones de su vida, aquella acción le hizo ver que no todo podía estar perdido, gracias a Canon, ya no pensaba estar sola, ni en ese momento y claramente después de ello.

—Excelente... no pude esperar menos de mi mejor soldado...

—Muchas gracias su alteza.

—Bien... ahora debes acompañarme... —caminó hacia el balcón de la habitación—... Es hora de explicarte todo...

(Reproduzcan: Re-Zero Kara Hajimeru Isekai Seikatsu ED 2 - Stay Alive - piano ピアノ drum- Instrumental cover)


Con Apenas 27 años de edad, aquella eriza que nunca en su corta existencia tuvo una vida de princesa ni entrenamiento para reinar, tomó el poder como ahora única reina de Athenas...


Recuperando las memorias de todos y protegiéndolos del alcance de Mephiles, logró  que cada Athens fuera consciente del asesinato de su rey... por lo que pocos días después, cuando el tiempo se restauró, los ciudadanos demostraban su gran dolor, realizando diversos encuentros donde posaban su más grande pesar por la ida de su rey...



Al igual que su tristeza por la separación de las niñas Black Rose a la realeza.

Charlotte estaba en el mando, y por la seguridad de sus hijas y del reino mismo, separó relación con el reino Mobius, además, no se arriesgó de regresarles la memoria a los Mobians.

Y claro, aquel día en que se fue del reino para siempre se encargó de todas esas maletas y demás pertenencias para así no despertar dudas sobre su rápida ida que, Charlotte, explica día después en una simple última carta, aclarando y cancelando todo vínculo existente entre ambos reinos. Se encargó de todas las informaciones que otros reinos tenían sobre su esposo, era fundamental hacer creer a los demás reinos que el rey Athens murió en una de las guerras que realizó, al igual, se encargó de bloquear toda información que la red podía tener de su esposo, por lo que creo a esa seguridad con la dichosa contraseña que Tails logra descifrar aún.

Y así es como los años pasaron después de aquel incidente... con una simple pero inteligente mujer al mando, se logró recuperar la estabilidad y paz para su vida, aunque sin poder compartirla con nadie, a pesar de su gran compañero Canon, en el sentido familiar, no había día que no se sintiera sola y extrañara a toda su familia...


Fue así como Athenas se convirtió en un reino independiente, luchador, honesto, seguro, fuerte y claro está, poderoso... 


Justo como Charlotte lo quería... como Leight lo quería y como se suponía, Amelia y María, iban a dirigir.

 Fin.
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Ya era hora de explicar todo en un solo Cap c:

Bueno, ya saben cómo fue la forma en que murió Leight, cómo se relaciona Mephiles en ello, cómo Sonic se relacionó con Sally, cómo es que todos en Athenas saben todo de la familia real y como Canon se convirtió en parte importante del castillo Athens, espero que les haya gustado esta explicación en este especial de Reyes Black, me costó un poco dejarlo lo suficientemente claro sin olvidarme de cada punto xD ¡pero lo logré! (oh, y si, Sonic y Amelia se conocían de pequeños xD debía explicar cómo a Sonic le resultaba tan familiar Amelia la primera vez que la conoció y BANG... lo hice :v)

Espero que hayan comprendido muy bien esa parte de Mephiles al llegar a Mobius, relacioné mucho de la cronología de Sonic 2006 para esta historia.

Bueh, pronto capítulo siguiente, lamento haberme tardado, pero tuve un bloqueo y no sabía que escribir en algunas parte, lo que si es que ya me recupere y pronto el siguiente capítulo que llegará más rápido de lo que creen. 

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Agradecimientos a: Mi hermana (de nuevo :v) gracias mana, me arreglaste la vida ayudandome con el capítulo c´: asgfga♥

11 comentarios:

  1. yo.......tu......ah?....:'''v me ENCANTO SIGUE ASI x3

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  2. ME ENCANTO TODO enserio por estas y muchas otras razones es q mephiles es mi personaje favorito sigue adelante espero q te vaya muy bien

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  3. TT___TT estuvo INCREIBLE!! <3 me encantó TOTALMENTE! <3 <3 me gusta muchísimo tu blog ,¡sigue así! :3

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  4. Me dejaste sin palabras enserio me puse a llorar 😢 por la muerte de leigth enserio eres una escritora que merece respeto por la gran historia que haces soy nueva estado viendo todos los capítulos y no tengo palabras para describir la maravillosa historia te diría que lo sacarás en libro amelia en seria tienes mis respetos y creo que la de los demás también y por favor continua los capítulos no nos dejes con el suspenso saludos desde Perú 💙

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  5. Se despejaron mis dudas con este final de Reyes Black saludos.

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  6. Que increíble, me dejaste en suspenso

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  7. *gasp in spanish*
    WHHHYYYYY? porque mephiles porquéeee???? hijo de suputamadre :'C , ejem dejando eso de lado...
    Classic Sonic ha vuelto (sorpresa madafaka :v) jaja, muy buena referencia a los juegos clasicos donde Sonic no habla XD, aww me encantaron Amy y Maria de pequeñas, ternuritas >w<

    sigue asi mi'ja , te quiero :3

    Se despide Vera :3

    posdata: Where is my employee X ? *instar acento Britanico (?)*, mi querer verlo, mi pensar que sigue vendiendo cosas en Mobius :V

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  8. Tnat Leight q-q
    Sigue Amelia! :3 quisiera que fuéramos amigas soy tu fan me encanta como dibujas y me encanta tu blog TuT

    Sigue

    Pishi Melphines!! >:V

    Besos y bye!

    By: Karoline Dark The Hedgehog

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  9. Me emocioné cuando vi el nuevo capitulo
    Me confundí con lo que estaba ocurriendo
    Me hypie con las interacciones entre Sonic y Amy
    Morí... Junto con Leight
    Y ahora me siento miserable
    Le tengo un gran cariño y respeto a esta historia
    Inicio como cualquier otra
    Pero por su extensión y el tiempo que ha tardado en ser publicado, tengo el placer de ver como has madurado tanto tu narrativa como la trama... Como tu
    Y poder ver eso en una historia es un honor (Cosa que se a pesar de mi corta edad)
    Justo ahora tienes en manos una joya
    Un trabajo original (dentro de lo que cabe) y hermoso
    Estoy honrada de poder leerlo
    Y te agradezco de corazón de que aun sigas desarrollándolo
    Me emocionas como pocas historia han logrado hacerlo
    Aun recuerdo los sentimientos encontrados cuando Sonic y Amy rompieron por culpa de Scourge
    Aun recuerdo como dolió el estado de Sonic
    Aun recuerdo como se sintió cando se reconciliaron
    Aun recuerdo como se sintió cada detalle de parte de Sonic hacia Amy
    Aun recuerdo como se sintió cuando salio Kahn por primera vez
    Aun recuerdo como se sintió la declaración de Scourge a Sonia
    Aun recuerdo como se sintieron MUCHAS cosas de las que leí aquí
    Y créeme... No soy muy sentimental que digamos
    Espero que no tengas mas problemas con bloqueos indeseados
    Te deseo lo mejor
    Cya

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  10. Me encanto!
    Con Lo que llega a pasar con Leight no sabia si llorar si quedarme me shock
    Pero ah un asi me gusto LA historia y sigue Asi😊👍

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